Ā”Bienvenido!
Somos los pastores principales de la Asamblea Sunbury desde febrero de este aƱo (2024). Anteriormente, cada uno de nosotros habĆa sido pastor del personal durante unos diez aƱos en diferentes roles: adolescentes, niƱos y adultos jĆ³venes (Mike); y como pastor de asimilaciĆ³n, ejecutivo y principal (Ashley). Disfrutamos estudiando y enseƱando la historia de las Escrituras y cĆ³mo JesĆŗs nos ha elegido (la Iglesia alrededor del mundo) para continuar esa historia en el mundo de hoy. Durante el Ćŗltimo aƱo, hemos comenzado a soƱar con lo que Dios podrĆa querer hacer para cambiar vidas en esta regiĆ³n de Ohio. Queremos liderar un ministerio que sea saludable, una congregaciĆ³n que refleje los antecedentes de los condados circundantes y un equipo que se preocupe por las personas y opere en el poder del EspĆritu Santo (como lo hizo JesĆŗs).
Mike creciĆ³ la mitad de su infancia en Ohio como hijo de pastor y la otra mitad en MĆ©xico como hijo de misioneros. Ashley creciĆ³ en el noreste de Ohio, asistiendo a la iglesia, pero en un hogar con mucha complejidad.
Nos conocimos en nuestra iglesia anterior en el Ć”rea de Cleveland y somos grandes fanĆ”ticos de los deportes de Cleveland y Ohio. Disfrutamos caminar con nuestro hijo y probar nuevas comidas de todo el mundo. Mike siempre estĆ” dispuesto a practicar deportes y Ashley a tomar un cafĆ© con leche con lavanda. SerĆa un honor que te unas a nosotros y sigamos a JesĆŗs juntos.
Mike y Ashley Hadinger
Pastores principales
Nuestro equipo
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āDelta
El tipo de iglesia que queremos ser...
Un delta es lo que ocurre cuando un rĆo se encuentra con el ocĆ©ano. El rĆo se ramifica y el agua dulce se mezcla con el agua salada para crear algo diferente, algo nuevo. Queremos ser personas donde cada Ć”rea y momento de nuestra vida sea transformado porque JesĆŗs estĆ” allĆ.
JesĆŗs (como nuestro amigo, Juan 15:15) abraza y (como nuestro rey, Filipenses 2:9-10; Juan 18:36) reorganiza nuestras relaciones, finanzas, carreras, amistades, bĆŗsquedas romĆ”nticas, llamados, polĆtica, cosmovisiones, pasiones, sueƱos, goces, heridas, traumas y quebrantamientos. En cada etapa (altas, bajas y momentos intermedios de la rutina) JesĆŗs nos llama a seguirlo, confiar en Ćl y adorarlo.
AsĆ como el agua dulce y el agua salada se encuentran en este fenĆ³meno ecolĆ³gico, creemos que nuestra iglesia puede ser un lugar donde las personas que a menudo "no se mezclan" (debido a su origen, raza, gĆ©nero, educaciĆ³n o situaciĆ³n econĆ³mica) pueden reunirse y ayudarse mutuamente a crecer como discĆpulos de todo corazĆ³n de JesĆŗs (Joel 2:28-29; 1 Corintios 12:12; Apocalipsis 9:10-11).
Nuestros valores
1
Somos de manos abiertas.
Como iglesia, somos generosos y nos resistimos a vivir con una mentalidad de escasez porque nuestro Dios provee todas nuestras necesidades (Mateo 6-7; 2 Corintios 9:8; Filipenses 4:19).
Damos y servimos a nuestra iglesia y al mundo, siguiendo el ejemplo de JesĆŗs, quien primero nos dio todo (Hechos 4:33-35; 2 Corintios 9:6-12; GĆ”latas 6:2; Efesios 4:11-18; Filipenses 2:1-11).
2
Somos de todo corazĆ³n.
Adoptamos la idea de que el discipulado consiste en invitar a la salud a cada aspecto de nuestra vida. Si bien damos con sacrificio, tambiƩn invertimos en nuestra salud y la cuidamos como personas y como iglesia. Es importante destacar que ponemos a las personas por encima del ministerio porque las personas son el ministerio.
Somos transparentes y permitimos que JesĆŗs tenga acceso a cada parte de nosotros, sin ocultarle nada (Deuteronomio 6:4-5; Salmo 119:10-15; Salmo 139:23-24; Lucas 10:26-28; Romanos 12:1-12).
3
El EspĆritu Santo es nuestra fuente.
Confiamos en el EspĆritu Santo para que nos guĆe y nos fortalezca en nuestro mundo cada vez mĆ”s complejo y aclare nuestra misiĆ³n (Hechos 1:8; Romanos 8:2-6:26).
El EspĆritu Santo nos seƱala a JesĆŗs e ilumina las Escrituras (Lucas 3:22; Juan 14:15-17, 26).
Oramos y buscamos a Dios primeramente, y vivimos y servimos desde este lugar; y no haciendo esto con nuestras propias fuerzas, sino con la ayuda del EspĆritu Santo y los dones que nos ha dado (1 Corintios 12).